Si en 2008 fue Casillas, con sus memorables paradas ante Italia en Viena (también tuvo culpa ante Portugal, en 2012), hoy, 13 años después, Simón, que entonces era sólo un crío, dibujó su primera gran hazaña con la camiseta nacional. En su batalla por sobrevivir en la Liga su recuerdo más cercano era la derrota con Estudiantes que le devolvió a la realidad tras haber sumado dos victorias consecutivas en partidos trascendentales ante Gipuzkoa y Betis. El gobierno colombiano, que apuesta por mantener un discurso totalmente paralelo a la realidad social, incluso desmintiendo las versiones de organizaciones como Human Rights Watch y la misma Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre las evidentes violaciones de derechos humanos en el marco del tratamiento de la protesta, quedó expuesto ante el mundo en gran medida gracias al fútbol. Ante el inminente anuncio de la CONMEBOL para quitarle la Copa América a Colombia, Iván Duque no reculó y mantiene la estrategia de construir una realidad paralela.
Sólo unos días después de que se negara la solicitud de aplazamiento, se anunciaba que el partido entre Colombia y Argentina por eliminatorias, programado 5 días antes del inicio de la Copa América, tendría público presente en el estadio Metropolitano. Llegamos entonces a la Copa América 2021, con el absurdo logístico de una sede compartida entre dos países cuyas capitales están a 7000 kilómetros de distancia, tal vez como anticipo a la incapacidad colombiana para ser sede única del evento, o el intento de construir el producto televisivo soñado: Messi levantando una copa por primera vez con la selección mayor argentina en el estadio Monumental, con la publicidad de Catar Airways de fondo. Messi tocó a arrebato a por el segundo, pero fue Cristiano quien, en una contra, quebró la cintura de Piqué y envió un obús por toda la escuadra de la portería de Ter Stegen. Poco más de 100 años después de la copa realizada en medio de la crisis sanitaria de la gripe española, se inicia la versión 2021 de nuevo en un Brasil con cifras que han superado las 3000 muertes diarias por la pandemia del Covid 19. A un par de días del inicio del torneo, el primer reporte oficial habla de más de 50 casos de Covid asociados a la realización del evento, y al mismo tiempo, la organización impuso una multa de 20.000 dólares al goleador de la selección boliviana, Marcelo Martins, por manifestar en sus redes “¿La vida del jugador no vale nada?
El estallido social que vive Colombia nunca estuvo tan vigente en los medios del continente como después de que la transmisión de los partidos de Copa Libertadores, en los que jugadores de River Plate y Atlético Mineiro se vieran doblegados por los efectos de gases lacrimógenos. Particularmente, en la Íscar Cup nos encontramos con las dos situaciones, ya que, por un lado, estaban los jugadores benjamines de clubes como el Real Madrid, el Barça, el Deportivo de la Coruña, el Atlético de Madrid, el Valencia, el Athletic de Bilbao, el Rayo Vallecano, el Málaga, el Milán, el Getafe, el Real Valladolid y Los Gatos de Íscar, y, por otro lado, se encontraban los asistentes a los partidos de fútbol y la audiencia de MarcaTV, medio de comunicación con el que realizaron un bartering. La Brasil que fue capaz de organizar el mundial 2018, literalmente cercando las favelas para que no tuvieran acceso directo a las vías principales que llevaban a los estadios de la competición, inicia la Copa después de las declaraciones de las mayores figuras de las selecciones en contra de la realización del evento y el retiro de grandes patrocinadores como Mastercard.