Por ejemplo, que el Valbanera no pudo entrar en el puerto de La Habana por transportar a un nutrido grupo de prostitutas españolas. El viaje comenzó muy mal, pues, nada más salir del puerto de Santa Cruz de La Palma, se rompió la cadena y se perdió el ancla, algo considerado un mal presagio. Es tan querida y solicitada, que su oferta es de dos millones de euros por ella, incluyendo viaje y estancia en Valencia para su entrega junto a una excelente paella típica de la región. Según algunos testimonios, durante el viaje se armó un gran zipizape cuando un peninsular y un isleño discutieron sobre el lugar donde se elaboraban los mejores vinos, alboroto que llevó a tomar bando a algunos pasajeros, hasta que un oficial consiguió dar por concluida la marimorena. Cerca del Valbanera fueron descubiertos los restos de un velero americano, también con la proa destrozada, por lo que se especuló con la posibilidad de que hubiera colisionado con aquel durante el ciclón. Probablemente por la persistencia de esta narración oral, los restos del Valbanera son conocidos en la zona de los cayos como “the wreck of the whores” (el pecio de las putas). El telegrama que mandó a las 7:50 de la mañana del 9 de septiembre al observatorio meteorológico del Colegio de Belén de La Habana rezumaba congoja: “Estamos al norte de Matanzas con viento duro del noroeste, digan qué hay de la perturbación”.
El capitán del Valbanera, Ramón Martín Cordero, tenía solo treinta y cuatro años, pero, según Fernando García Echegoyen en Regreso al Valbanera. En 1919 un huracán de categoría cuatro hundió el trasatlántico Valbanera en el estrecho de Florida. Sin embargo, pese a que el nombre de la virgen se escribe con dos uves, el buque fue registrado como Valbanera, por un error del escribiente o de sus constructores, tal como cuenta García Echegoyen en El misterio del Valbanera. Esa es la idea que tiene en mente la tienda valenciana Gremio de Dragones, ya que quiere hacerse con la única unidad del Anillo Único. Todo lo cobija la cúpula del extraordinario artesonado de 1880, de maravillosa loza, pintada por Francisco Dasí Ortega (Valencia 1834-1886), sin duda el más destacado pintor-ceramista del siglo XIX. En pleno corazón de la ciudad, Nuestra tienda más histórica, catalogado como comercio emblemático de la ciudad, con más de 120 años de historia, el local más antiguo de Valencia abierto al público en la actualidad. Sea como fuere, el naufragio tuvo un gran impacto en la sociedad española y, muy particularmente, entre los canarios de entre veinte y treinta años, que migraban a América para trabajar en los cafetales, las industrias azucareras y las plantaciones de tabaco.
El Valbanera era un buque mixto de 12.550 toneladas y dos calderas de triple expansión de 444 caballos, es decir, no era un cascarón, futboloo como algunos quisieron dar a entender. El Valbanera fue encontrado por un guardacostas norteamericano el 19 de septiembre. Conforme el Valbanera se aproximaba a La Habana, las condiciones meteorológicas fueron empeorando. El naufragio sigue envuelto en el misterio, entre otras cosas, por la actitud de las autoridades de la época, que ni hicieron una investigación oficial ni facilitaron la información de la que disponían. La naviera propietaria, Pinillos, Izquierdo y Cía., informó en diciembre de 1919 de que estaba negociando su reflotamiento, primero con una empresa jamaicana, luego con otra norteamericana y, finalmente, con la Compañía Cubana de Salvamentos, para intentar recuperar los cadáveres de los pasajeros que quedaron atrapados en el casco. La compañía cuenta con un catálogo exclusivo de primeras marcas (Pikolin, Bultex, Lattoflex, Smattex, Velfont o Tempur) y expertos asesores que consiguen ofrecer el descanso de verdad a sus clientes. En Bed’s ofrecen a sus clientes la tranquilidad total a la hora de tomar una decisión y elegir su equipo de descanso. Esto ha dado lugar a una gran producción literaria para intentar esclarecer qué sucedió en el barco.