El técnico que empezó la temporada fue un hombre de la casa como Paquito, y el arranque fue bueno llegando a ganar en el tercer partido 0-1 en el Bernabéu con gol de Kempes y llegando a ser líderes en la 7.ª jornada, pero luego varias derrotas consecutivas llevaron al equipo a ser 14.º en la 22.ª jornada, asomándose a los puestos de descenso, lo que provocó que se hiciera cargo del equipo Roberto Gil e inmediatamente en Copa fueron eliminados por el filial madridista, el Castilla C. F. de una joven Quinta del Buitre. En la penúltima jornada, el fatídico 12 de abril de 1986, el Valencia necesitaba ganar en el Camp Nou pero esta vez no hubo gol milagroso de Tendillo como en 1983 y el equipo cayó derrotado 3-0. La única opción que quedaba era que al día siguiente, 13 de abril, el Cádiz perdiese en el Ramón de Carranza contra un Betis sin ninguna aspiración más allá de la de quedar por delante de su eterno enemigo (el Sevilla), pero un punto era suficiente para que los gaditanos se salvaran y por tanto empataron 0-0 contra los béticos en un partido sobre el que siempre planeó la sospecha del amaño, enviando así al Valencia al pozo de la Segunda División, categoría que el club no jugaba desde 1931. Ya confirmado el descenso, camiseta del valencia Vicente Tormo presenta su dimisión en abril y Pedro Cortés toma la presidencia en funciones hasta las elecciones en junio.
Prácticamente con la misma plantilla el equipo volvía a jugar en Primera División, y en el aspecto económico las cosas funcionaban mucho mejor. Tras cuatro derrotas consecutivas y con el equipo colista se destituyó a Pako Ayestaran y se contrató a un técnico más experimentado, Cesare Prandelli, pero la plantilla seguía con las mismas carencias. A pesar del pobre bagaje el club decidió continuar con Pako Ayestaran al frente del equipo. Ya en la última jornada el equipo jugó en Las Gaunas y presenciaba el histórico primer ascenso del CD Logroñés a Primera al caer 1-0 frente a los riojanos, ascendiendo así ambos clubes (junto al Celta) y quedando hermanadas para siempre las aficiones valencianista y riojana. Finalmente el deseado ascenso se certificó a falta de tres jornadas de terminar el campeonato, en la noche del 30 de mayo de 1987 con la victoria 2-0 al Recreativo de Huelva con goles en el segundo tiempo de Subirats y Quique. Tuzón se volcó en el proyecto del ascenso y en una política de austeridad. El nuevo presidente elegido es Arturo Tuzón el 3 de junio de 1986, con una política de austeridad, rectitud, pero también mucho corazón, logró una paulatina recuperación económica.
La buena gestión de Arturo Tuzón empezaba a dar sus frutos. El resultado final fue de 1-0 para el conjunto local con gol marcado por «Montes» (Arturo Montesinos Cebrián). Lo revelan así fotografías como la del jugador Arturo Montesinos, que ilustra este mismo artículo, o las ilustraciones que ilustran este mismo apartado. La elección del murciélago (rat penat en valenciano) como símbolo se debe a la importancia simbólica de este animal en la historia del escudo de la ciudad de Valencia, que lo ha convertido en uno de los principales símbolos de la ciudad fruto de diversas leyendas, como su ayuda o buen presagio en la conquista de Valencia en 1238 por el rey Jaime I, o como una variante del dragón de la cimera del rey de Aragón que usó el rey Pedro IV en el siglo XIV. El escudo oficial del club está formado por un murciélago negro en la parte superior posado sobre un escudo terminado en punta redondeada donde se plasman los colores de la senyera: una franja azul en horizontal en la parte superior con el nombre del club escrito en letras blancas mayúsculas, y abajo nueve franjas verticales: cinco amarillas y cuatro rojas, que representan la bandera de Valencia y la Comunidad Valenciana, con un balón marrón clásico de fútbol en el centro.